Portada del sitio > Configuración > La Izquierda Diario - Género y Sexualidades
http://www.laizquierdadiario.com/Generos-y-Sexualidades
Artículos
-
Después de la derrota política, se dio a conocer un proyecto del Gobierno para derogar el derecho al aborto
8 de febrero, por En medio de la crisis — Política, Géneros y Sexualidades, Edición Chile, Aborto legal, seguro y gratuito, Edición Uruguay, Javier Milei, Marea verde, Política, Géneros y Sexualidades, Edición Chile, Aborto legal, seguro y gratuito, Edición Uruguay, Javier Milei, Marea verdePocos días antes de reunirse con el Papa Francisco, un grupo de diputados de La Libertad Avanza presentó un proyecto para derogar la ley que permite a las mujeres decidir sobre su propio cuerpo, un ataque al movimiento de mujeres que se movilizó para conquistarlo. De esta manera buscan correr el eje del importante golpe político que recibieron con el fracaso de la ley Ómnibus, en medio de un ajuste brutal contra las grandes mayorías, con una nueva iniciativa reaccionaria y misógina.
Un grupo de diputados de La Libertad Avanza, encabezados por su jefe de bloque Oscar Zago, presentó el lunes pasado un proyecto de ley para derogar el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. El mismo se conoció recién este miércoles por la noche. De esta manera, la derecha libertaria vuelve a dejar en claro sus planes reaccionarios en el plano de los más elementales derechos democráticos, como es el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
La iniciativa es una clara maniobra distractiva que busca correr la agenda de la brutal derrota que recibió el oficialismo con el tratamiento de la reaccionaria ley Ómnibus, finalmente retirada del recinto y vuelta a comisiones, donde tampoco queda claro si el gobierno buscará volver a tratarla con modificaciones. En un contexto donde el ajuste y la crisis social se agravan, La Libertad Avanza introduce un debate que, a excepción de la izquierda, en los bloques mayoritarios del peronismo, la UCR y el PRO abre aguas dado que todos brindaron votos en contra de la legalización del aborto en las distintas votaciones.
Se ve a diputados de La Libertad Avanza desesperados por volver a usar a la reacción patriarcal como elemento aglutinador, ahora, siendo gobierno y en medio de tarifazos, ajustes y una inflación desatada.
?✊??️?— Myriam Bregman (@myriambregman) February 8, 2024
<script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Según publicó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto: "El proyecto presentado no sólo deroga la ley de IVE sino que elimina del código penal las causales de riesgo para la salud y violación. Pretende que el CP sea más restrictivo que en 1921. Quieren volver a contar muertes por abortos clandestinos".
El proyecto presentado no sólo deroga la ley de IVE sino que elimina del código penal las causales de riesgo para la salud y violación. Pretende que el CP sea más restrictivo que en 1921.
Quieren volver a contar muertes por abortos clandestinos.— #EsLey ? (@PorAbortoLegal) February 8, 2024
<script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El propio tratamiento de la ley Ómnibus dejó al desnudo los planes de ajuste y quita de derechos del gobierno para con las grandes mayorías trabajadoras donde las mujeres están entre las más afectadas. En el medio de esta incertidumbre, la presentación de este proyecto de ley "celeste" (¿a tono con las "fuerzas del cielo"?) llega a pocos días de que el Presidente se entreviste con el Papa Francisco y mientras la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, firma acuerdos con las iglesias evangélicas para la administración del alimento de los comedores populares.
Parece que quieren desquitarse con las mujeres, sobre todo la mayoría (que es pobre, joven y trabajadora).
No les preocupa la vida, es revanchismo.
Los puso nerviosos la resistencia a la #LeyOmnibus porque no conocen al movimiento de mujeres #abortolegal es salud pública #EsLey https://t.co/uLKja0DE6p— Celeste Murillo (@rompe_teclas) February 8, 2024
<script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El derecho al aborto, conquistado con la fuerza de la movilización de millones de mujeres en las calles, es una demanda histórica y fuertemente sentida por ese movimiento que atravesó el país en los últimos años. Esta provocación reaccionaria de Milei, en momentos de debilidad de su gobierno, es una alerta para defender los derechos de las mujeres y enfrentar sus medidas de más ajuste con una amplia movilización en las calles.
Como mostraron estas jornadas de enfrentamiento a la ley Ómnibus, lejos de confiar en esa oposición cómplice muy dispuesta a entregar derechos en favor del programa de ajuste del Gobierno y a espaldas del pueblo, la lucha en las calles fue un componente central en debilitar y golpear estos intentos del gobierno de Milei de avanzar en sus planes reaccionarios. Ese es el camino que será necesario profundizar para enfrentar el DNU, el ajuste y esta nueva iniciativa oscurantista que parece ponerse en marcha.
-
“El Besazo” volvió atrás la Ley Ómnibus
7 de febrero, por Córdoba — Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Córdoba, Córdoba, Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Córdoba, CórdobaEste martes mientras el Congreso se abocaba (y volvía a foja cero!) el tratamiento en particular de la Ley Ómnibus de Milei, la Asamblea de Disidencias Sexuales de Córdoba convocó a un “besazo” frente a la CGT Córdoba exigiendo Paro y Plan de Lucha. Quienes escribimos estas líneas somos parte de esta Asamblea plural y combativa.
Siendo las 18.30 la sede de CGT Regional Córdoba sobre Chacabuco se encontraba vallada y con policías. Infantería, como siempre, escondida a la vuelta de la esquina. Al frente, poco a poco la concentración se fue armando, en la mirada se transmitían las ganas de activar y la pregunta “¿Tanta yuta por unos besos?”. El despliegue buscaba amedrentar, pero las ganas de hacerse escuchar, de besarse como resistencia, eran más fuertes.
En ese momento en el Congreso comenzaba a tropezar la sanción de una ley ómnibus que parecía allanada y que básicamente, pretendía una monarquía con quita de derechos y entrega incluído.
Cuando se percibe que hay un buen número de asistentes, la Asamblea cruza hacia la puerta de la Confederación, cantando “Paro, paro, paro, Paro General”... “Le que no chapa, es liberal”.
La gente miraba curiosa, los inspectores de la empresa de colectivo Ersa bien juntos no se perdieron detalle. La policía relojeaba y no se acercaba. Con un cartel pidiendo Paro General, las banderas de la comunidad, la bandera de la Asamblea (pintada y bordada a mano) se ubica al lado de la sede de la CGT Córdoba.
Para hacerla despertar y exigirle un Plan de Lucha a la altura, se encendieron los megáfonos y el poema de Susy Shock empezó a sonar:
Besarse en los rincones oscuros
Besarse frente al rostro del guarda
Besarse en la puerta de la Santa Catedral de todas las Canalladas
Besarse en la plaza de todas las Repúblicas
O elegir especialmente aquellas, donde todavía te matan
Por un sodomo y gomorro beso…Luego del paro del 24E, la CGT brilla por su ausencia. Años y años de dejar pasar los ataques, la convirtió en una burocracia adormecida concentrada en las internas, en acallar opositores y entregar las históricas conquistas laborales.
Desde la Asamblea ya se venía exigiendo Paro y Plan de Lucha a la CGT en el documento consensuado y que se lee en cada movilización contra los planes de Milei.
A eso de las 19.15 alguien saca su celular y dice “la Ley Omnibus vuelve a comisión! Dicen que todo vuelve a cero”. La alegría invade a quienes estamos presentes. Es saberse parte del reclamo que desde afuera sopla la nuca de un Congreso de espaldas al pueblo y a un Gobierno que se enreda y tropieza en su propia rosca.
Luego de fotos, más poemas y más besos llenos de ternura y lucha, la Asamblea se traslada a la esquina de Illia e inicia una semaforeada. Un grupo de policías “acompaña” de lejos, pero no cuidan, cada unx cuida al otre. El sentimiento es de alegría, de desafío y seguridad por estar organizades en Asamblea, la cual es necesario hacer crecer y coordinar con el resto de sectores en lucha, para enfrentar los desafíos que vengan.
Con este besazo la Asamblea hace de esta exigencia una acción concreta y directa. Y alienta que más sectores se sumen a la próxima. Es una actitud de defensa lógica porque la ultra derecha tiene en la mira al colectivo LGTBIQNB+, pero también es un pasar a la ofensiva y conjurar los miedos.
La intuición y la historia señalan que la fuerza social en las calles de las y los trabajadores, las asambleas, el movimiento de mujeres, las disidencias desatadas y auto-organizadas puede no sólo frenar los ataques, sino también proponer una salida completamente diferente y propia.
-
Cuando las obreras salvaron los pantalones de jean
5 de febrero, por Historias de trabajadoras — Géneros y Sexualidades, Reino Unido, Historias de mujeres, Feminismo, Trabajadoras, Edición Uruguay, Géneros y Sexualidades, Reino Unido, Historias de mujeres, Feminismo, Trabajadoras, Edición UruguayEl 5 de febrero de 1981 la gerencia local de la fábrica de jeans Lee informó a sus trabajadoras que cerrarían la planta escocesa de Greenock. Ese día empezó una huelga histórica.
Imagen: triunfo de la huelga en la planta de Greenock
En 1981, el neoliberalismo daba sus primeros pasos de la mano de Margaret Thatcher en el Reino Unido. Greenock (Escocia) había sido conocida como la ciudad del “azúcar y los barcos”, por la refinería Walker y sus astilleros. La desindustrialización la transformó en zona de desempleo y recesión. El gobierno ofrecía beneficios a las empresas que se instalaran en la ciudad.
La compañía Vanity Fair llegó para producir su joya más preciada: los jeans Lee representaban dos tercios de sus ganancias de casi trescientos millones de dólares. No les iba nada mal. En febrero de 1981, la empresa anunció el cierre sin previo aviso. Ofrecieron una indemnización pero las trabajadoras la rechazaron, votaron la huelga y ocuparon la planta.
La mayoría eran mujeres jóvenes y la mitad llevaba el único ingreso a su casa. Sabían que había 18 personas desempleadas por cada puesto de trabajo que se abría y que el desempleo femenino (13,3 %) superaba la media nacional de 9,6 %. No iban a aceptar el cierre sin dar pelea.
Una barricada de máquinas de coser
Las chicas de Lee hicieron una barricada de máquinas de coser para bloquear el acceso a los gerentes. Margaret Robertson no era oficialmente la delegada pero se dispuso a resolver la primera necesidad: comer. Con un compañero salieron por un tragaluz, fueron hasta un bar que servía pescado y papas (una comida muy popular) y volvieron con 240 platos para que cada huelguista comiera. En el camino, pasó por su casa, le dijo a su mamá que estaban ocupando la fábrica y le pidió que avise a la televisión.
Las huelguistas no tenían un plan pero organizaron rápidamente un comité y dos turnos para ocupar la fábrica las 24 horas. La gerencia llamó a Margaret para que nadie entrara a la sala de producción, aduciendo el cuidado de las máquinas. Ella les pidió que les dieran acceso a la cocina. “Eso fue lo peor que podrían haber hecho, porque ahora podíamos organizarnos”, ahí instalaron su centro de operaciones. La esposa de un trabajador de mantenimiento, que pudo acceder a las oficinas, consiguió la llave maestra y así obtuvieron el control de la planta. Ahora ellas mandaban en Lee.
Sostuvieron la ocupación con la solidaridad de la ciudad. Los colectivos las llevaban gratis desde y hacia la fábrica, los comercios de la zona donaban la comida. Los portuarios británicos e irlandeses se negaron a transportar cualquier producto de la empresa. Cada trabajadora recibía dinero del fondo de huelga según sus necesidades (si tenían hijos e hijas, si eran madres solteras o jefas de hogar). Una porción abandonó la toma, pero nadie lo hizo por no poder sostener a su familia.
En esta historia fueron clave los obreros de los astilleros. Un delegado del astillero Scott Lithgow recuerda que llegó a una reunión sindical y nadie preguntaba por el tema del día, todos querían saber qué pasaba en Lee. No era una casualidad, en medio de una ola de derrotas como la huelga del acero o el cierre de la automotriz Chrysler, estas obreras textiles estaban decididas a resistir. Votaron aportar una parte de su sueldo mientras durara la ocupación y así lo hicieron. Se sumaron otros astilleros y fábricas de autos.
¿Quiénes se mantuvieron lo más lejos posible? Los dirigentes del sindicato. El sindicato de trabajadoras y trabajadores del vestido (National Union of Tailor and Garment Workers) apoyó formalmente la ocupación recién seis semanas después. Durante todo ese tiempo dejaron desprotegidas a sus afiliadas. Uso el femenino porque el 92 % eran mujeres (aunque solo ocupaban el 8 % de los cargos sindicales).
Al secretario general Alec Smith le gustaba golpear la mesa y levantar la voz en las reuniones, pero nunca apoyó a las obreras de Lee (adujeron consecuencias legales, unos valientes). El sindicato propuso abandonar la toma y protestar en una casa rodante frente a la fábrica. Cuando las trabajadoras rechazaron la oferta, les retiraron el apoyo. La medida continuó sin respaldo oficial.
El 24 de agosto de 1981 hubo festejos en la ciudad. Contra todos los pronósticos y contra su sindicato, las obreras le torcieron el brazo a la empresa y garantizaron los puestos de trabajo. El final feliz duró solo algunos años, en 1983 los nuevos dueños cerraron la planta. Pero aunque su historia estuvo escondida prolijamente varios años, nada logró borrar la memoria de las chicas de Lee. En 2016, 35 años después de la toma, le preguntaron a una de las trabajadoras si volvería a hacerlo y respondió: “claro que sí”.
Las chicas de Lee
El historiador Andy Clark dice que “los registros populares y académicos de la movilización obrera contra los cierres industriales en Gran Bretaña están dominados por la imagen de un trabajador”. Gran parte de su investigación está dedicada a las ocupaciones de Lee, Lovable Brasserie y Plessey Capacitors. El elemento que une a estas tres experiencias es la participación de mujeres jóvenes y la hostilidad de los dirigentes sindicales hacia la militancia de trabajadoras de base. “La movilización de Lee se formó sobre todo a través de procesos de solidaridad obrera alrededor del sentimiento de injusticia que despertaban los cierres”, explica Clark.
Que las luchas de la clase trabajadora tengan cara de varón tiene que ver con estereotipos que no inventó el capitalismo pero siempre aprovechó (el lugar de las mujeres es el hogar, trabajan menos porque su tarea es la crianza, sus sueldos son más bajos porque “trabajan menos”, así hasta el infinito). Que las luchas de trabajadoras se consideren menos importantes o se destaque más su rol de apoyo a huelgas de ramas masculinas tiene que ver con esos mismos estereotipos. Que los pocos ejemplos exitosos de la resistencia a las políticas neoliberales queden a la sombra no es un “problema” de género o una “queja” feminista. Los prejuicios machistas encajan y son utilizados para legitimar derrotas y herencias que afectan a todas las trabajadoras y a todos los trabajadores. Lo saben las trabajadoras y trabajadores en el Reino Unido que hoy, como hicieron las chicas de Lee, deciden dar pelea.
Este texto fue publicado originalmente en el newsletter No somos una hermandad. Podés suscribirte en este link.
-
Salta: la asamblea lesbotransfeminista llama a reunión contra los ataques de Milei y Sáenz
5 de febrero, por Coordinación — Géneros y Sexualidades, Salta, Libertades Democráticas, Ajuste fiscal, Gustavo Saénz, Javier Milei, Géneros y Sexualidades, Salta, Libertades Democráticas, Ajuste fiscal, Gustavo Saénz, Javier MileiConvocan a coordinar junto a docentes, trabajadoras y trabajadores, organizaciones sociales, sindicatos, estudiantes de todos los niveles, artistas e integrantes de la asamblea por el medio ambiente. Seré el miércoles a las 18 en el Centro Cultural Borelli de Alvarado 551.
Desde la Asamblea Lesbotransfeminista de Salta llaman a una reunión de coordinación para enfrentar la Ley Ómnibus, el DNU y los protocolos represivos que rigen a nivel nacional y provincial. Asimismo repudian la represión del gobierno nacional en las afueras del Congreso Nacional la semana pasada.
Llaman a docentes, trabajadoras y trabajadores de todos los sectores, organizaciones sociales, sindicatos, estudiantes de todos los niveles, artistas de Niaca, a integrantes de la asamblea por el medio ambiente. La reunión será este miércoles 7 de febrero las 18 en el Centro Cultural Borelli (sala B) ubicado en calle Alvarado 551 de la capital salteña.
“El jueves pasado, mientras se sesionaba en el congreso y Bullrich reprimía en la plaza a las y los manifestantes, se reunió la asamblea lesbotransfeminista de Salta, en la que participan distintas organizaciones del movimiento de mujeres y diversidad sexual. Como Arpías, La Campaña por el derecho al aborto, La Darío Santillán, La fuerza de las mujeres, La Dignidad, Pan y Rosas en el frente de izquierda. Estuvieron también presentes mujeres de la comunidad wichi que luchan por su territorio y que días atrás llegaron a la capital salteña luego de una extensa caminata, y trabajadoras estatales despedidas de la municipalidad de Pichanal que luchan por su reincorporación. De esta reunión, surgió el repudio a la represión en la plaza del congreso nacional, como también la urgencia y necesidad de coordinación entre todos los sectores que se encuentran, en lucha y movilizados”, dice el comunicado de convocatoria.
“Luego de que los colaboracionistas le dieron a Milei la aprobación general con 144 votos, entre los que se encuentran las y los diputados por Salta de la libertad avanza y de Innovación Federal, aliados del gobernador Sáenz como Pamela Calletti, Outes y Yolanda Vega; la coordinación para imponer la voluntad popular en las calles se vuelve aún más importante y urgente. El gobierno aún no logra siquiera la media sanción y continúa negociando con los gobernadores para alcanzar el número necesario”, continúa el comunicado.
A su vez se preguntan “¿dónde están la CGT y la CTA? Luego del paro convocado por las centrales sindicales del país, el pasado 24 de enero, con masivas movilizaciones en todo el país, Salta también fue parte de esa pelea en las calles. Durante los días siguientes surgieron acciones de todo tipo buscando visibilizar los reclamos de distintos sectores, incluido por supuesto el movimiento feminista. Pero no es suficiente. Es necesario que nuevamente la CGT y la CTA convoque un paro general hasta que la ley ómnibus, el DNU Y los protocolos represivos caigan”, finaliza el comunicado.
-
Constance Markievicz, una condesa para la Revolución
4 de febrero, por Historia — Géneros y Sexualidades, Historias de mujeres, Feminismo, Irlanda, Edición México, Sylvia Pankhurst, Constance Markievicz, Géneros y Sexualidades, Historias de mujeres, Feminismo, Irlanda, Edición México, Sylvia Pankhurst, Constance MarkieviczConstance Gore-Booth nació el 4 de febrero de 1868, luego conocida como la condesa Markievicz. En la ciudad irlandesa de Dublín, un busto la recuerda en el parque Saint Stephen's Green. ¿A quién podría interesarle la historia de una condesa con nombre difícil?
Un beso y un revólver
Cuando el levantamiento de Pascuas de 1916 fue derrotado, cuenta una leyenda que Constance besó su revólver antes de entregarlo a las autoridades. La brigada del pequeño Ejército Ciudadano Irlandés que comandaba se había destacado en los combates y ella había sobresalido como francotiradora. Sin saberlo, fue la primera mujer con rango en un ejército moderno. No sería su última medalla.
Una mañana de ese mismo año, alguien leyó en los escalones de la Oficina General de Correos la Constitución de la República independiente de Irlanda, la primera en proclamar iguales derechos políticos a todas las personas. No llegaría a aplicarse, pero hizo vibrar a las que pelearon para que la independencia que soñaban no dejara afuera a las mujeres.
Constance Markievicz nunca se definió feminista. Algo parecido les pasaba a otras que, sin llamarse a sí mismas de esa manera por incomodidad, convicción o lo que fuera, escribieron con sus acciones e ideas una parte de la larga lucha contra la opresión de la mitad de la humanidad por su género. Constance creía que esa lucha estaba unida a la causa irlandesa y esta, a su vez, a la de la clase trabajadora. No era marxista aunque simpatizaba con el socialismo y su adhesión a la causa nacional incluía chispas con los postulados “oficiales”. Se ilusionó con la Revolución rusa, defendió la violencia revolucionaria en manos de la mayoría y exigió para las mujeres los mismos derechos. Siempre disputó con quienes ponían peros.
Hoy parece que la novedad interseccional tiñe los feminismos, pero mucho antes ya las socialistas, militantes sindicales o sufragistas de izquierda sostenían que la lucha contra la opresión o por derechos –incluso mínimos como el voto– no podía ser un reclamo sectorial sino parte de los movimientos, grupos y partidos (y con sus críticas, algunas de ellas alertaban sobre la utilización que hacían los gobiernos de esos reclamos y conquistas).
Con diferentes imaginarios, lo pensaban Claire Dèmar, Sylvia Pankhurst o Clara Zetkin. Si hubo algo que dislocó esta alianza natural fue la distorsión de la "ampliación de derechos" (que borra desde su nombre la acción colectiva y propone una aceptación implícita de las democracias que amplían), la aleación artificial entre neoliberalismo y feminismo o diversidad. Y si el capitalismo en su nacimiento alentó el deseo de ciudadanía para todos los hombres, cuando las mujeres (y otras mayorías) fueron excluidas de las promesas de igualdad de la República, este se volvió corrosivo.
Busto de Constance Markievicz parque Saint Stephen's Green.
¿Usted puede conducir un carro de cuatro caballos?
Constance Gore-Booth nació en una familia aristocrática de Irlanda en 1868. Durante la hambruna de 1879, las acciones de su padre, un terrateniente excepcional y extrañamente solidario con el campesinado, la marcaron para siempre. Frances O'Grady, primera secretaria de la central sindical británica, recordó a Markievicz como “una defensora de las trabajadoras y los trabajadores junto con su hermana, la sindicalista Eva Gore-Booth. A pesar de provenir de una familia privilegiada, siempre levantaron la voz en favor de las mujeres trabajadoras, cuya mayoría no pudo votar hasta 1928”.
En 1892, mientras estudiaba Bellas Artes conoció a las sufragistas de la NUWSS (National Union of Women's Suffrage Societies), un ala más reformadora del movimiento, pero atravesada por las mismas discusiones sobre la guerra y la clase obrera. En 1899 conoció en París a Casimir Dunin Markievicz, un polaco-ruso con título de conde, paisajista y dramaturgo con quien se casaría.
Cuando empezaba el siglo XX, ya instalada en Dublín, Constance se unió al grupo republicano Sinn Féin y en 1910 a la organización radical de mujeres Inghinidhe na hÉireann (Hijas de Irlanda en irlandés). En 1911 el Rey George V visitó Irlanda, Constance participó de las protestas, instaló una bandera que decía “Querida tierra aún no has sido conquistada” e intentó prender fuego una bandera británica. Fue la primera de sus muchas entradas a la cárcel. Su compromiso se consolidó en 1913, al unirse al Irish Citizen Army (Ejército Ciudadano Irlandés), un pequeño grupo armado republicano, socialista y obrero, que organizaba varones y mujeres.
En Constance Markievicz: An Independent Life, Anne Haverty escribe: “Todas sus aspiraciones encontraron un canal en este pequeño ejército, la causa de Irlanda, del pueblo, de las mujeres y su sed de acción”. La organización era dirigida por James Connolly, que pensaba así la causa irlandesa: “Si retiras el Ejército inglés mañana e izas la bandera verde sobre el Castillo de Dublín, a menos que establezcas una República socialista tus esfuerzos serían en vano”.
Hay una versión que dice que Lenin pensaba que el Irish Citizen Army fuera el “primer Ejército rojo de Europa”, pero no encontré un link o referencia a la mano que lo confirme. Sí que lo habían cautivado los esfuerzos de Connolly para organizar la autodefensa obrera y que apoyó el levantamiento de 1916 contra quienes lo devaluaron como putsch: “Quien denomine ‘putsch' a una insurrección de esa naturaleza es un reaccionario de marca mayor o un doctrinario totalmente incapaz de imaginarse una revolución social como algo vivo”.
La lucha independentista marcó a la militancia británica. La sufragista Sylvia Pankhurst apoyaba la causa y se sentía hermanada con Connolly por su postura contra la Primera Guerra y el apoyo al voto femenino. Connolly expresaba su simpatía siempre que podía: “agradezco haber estado vivo para ver esta insurgencia de las mujeres”. Sylvia y Constance se conocieron en sus primeros años de militancia, cuando su hermana Eva las presentó. Pankhurst la recuerda “conduciendo un carro de cuatro caballos en una protesta contra la reelección a Winston Churchill, en defensa de las camareras”; y dicen que un transeúnte enojado le preguntó provocador si sabía cómo prepararle la cena y ella le respondió: “sí, ¿puede usted conducir un coche como este?”.
Durante el levantamiento de 1916, existió un apagón informativo de los medios británicos y el periódico de Sylvia, El Acorazado de las mujeres, se volvió imprescindible. El diario tenía una corresponsal de 18 años que escribió desde Dublín “Escenas desde la Rebelión Irlandesa”, publicadas en un número agotado y reimpreso varias veces. El mismo diario sería un medio de formación e información para Constance en prisión. En una carta de julio de 1919 a su hermana, comenta un artículo y dice que está de acuerdo con Lenin, “si no están las condiciones, ningún tipo de propaganda acelerará o impedirá la revolución”, en referencia a Irlanda.
No puedo dormir y sin embargo sueño
Después de la derrota del levantamiento, Connolly y otros líderes fueron ejecutados. Constance recibió cadena perpetua por ser mujer, “desearía que hubieran tenido la decencia de dispararme”, respondió. Fue liberada 18 meses después con una amnistía general. Cuando regresó a Dublín en 1917, la recibieron como heroína. Nuevamente presa (por protestar contra el reclutamiento militar británico), recibe la nominación como candidata al parlamento por el Sinn Féin. Responde en una carta esperanzada por la Revolución que agita Rusia: “La libertad amaneció en el Este; la luz que encendió la democracia rusa iluminó Europa central [y] fluye hacia Occidente. Las naciones están renaciendo, la gente se está dando cuenta y el momento de Irlanda está llegando”.
Llegada de Constance a Dublín después de su liberación
En las elecciones de noviembre de 1918, las mujeres mayores de 30 votaron por primera vez. El independentismo irlandés ganó 73 bancas. Constance fue la primera mujer electa del Parlamento británico. Lindie Naughton cuenta en Markievicz. Prison Letters and Rebel Writings que “como miembro del Sinn Féin, no asumió su banca una vez liberada, fue miembro del primer Dáil Éireann, parlamento irlandés, establecido en enero de 1919”. El líder del Dáil, Éamon de Valera, la designa ministra de Trabajo. Más tarde, el gobierno es declarado ilegal y pasa los próximos años entre la clandestinidad y la cárcel. En una de sus estadías en la prisión dublinesa de Kilmainham escribe en un poema: “No puedo dormir y sin embargo sueño”.
Después del tratado anglo-irlandés de 1921, que partió Irlanda en dos, Constance y otros militantes se retiraron del gobierno en protesta contra lo que veían como una traición a la proclama de 1916. Quienes apoyaban la negociación decían que era un primer paso. Constance creía que cambiaban algo para no cambiar nada. La historia le dio la razón. Formó parte de otros partidos, rechazó activamente el tratado y volvió a ser electa como diputada en dos oportunidades. La última vez, murió un mes después a causa de una enfermedad.
Constance, la que no se decía feminista, nos dejó entre sus reflexiones una para pensar los lazos entre la lucha contra la opresión de género, la explotación de clase y la dominación imperialista. “El nacionalismo por sí mismo no es la respuesta, pues las mismas condiciones existen en Inglaterra, aunque mucho menos extendidas. El atractivo del socialismo y del movimiento obrero para las mujeres irlandesas debe ser visto a la luz de las actitudes de la dirección obrera hacia la cuestión de la liberación de las mujeres”.
Dicen que cuando murió 30.000 personas la despidieron en Dublín. Su busto en Saint Stephen's Green y sus imágenes reproducidas en stickers e imanes de heladera la muestran tranquila pero atenta, sin poder dormir y sin embargo soñando.
Este texto fue publicado originalmente en Ideas de Izquierda el 6/2/2022 y en el newsletter No somos una hermandad. Podés suscribirte en este link.