×
×
Red Internacional

La Universidad privada Juan A. Maza, invita a las mujeres que trabajan allí a una clase para cocinar pastas este 8 de marzo.

Martes 7 de marzo de 2017 | 13:22

Este 8 de marzo, luego de todas las marchas de Ni Una Menos que hemos realizado, se convoca a un Paro Internacional De Mujeres al que adhieren más de 30 países en el mundo. La Universidad privada Juan A. Maza, invita a las mujeres que trabajan allí a una clase para cocinar pastas...

Actividades como éstas históricamente han intentado invisibilizar la lucha que durante muchos años hemos llevado a cabo las mujeres, que marcaron un antes y un después, tanto en la sociedad como en la historia mundial.

Sino, revisemos los orígenes de este día, que son mucho más profundos de lo que nos quieren mostrar al darnos bombones o flores, de hecho se trata de un día de reivindicaciones de género y también de clase. Comienza con una huelga un 8 de marzo de 1897 en Nueva York, donde obreras textiles exigían la reducción de la jornada laboral, 130 de ellas, durante una dura represión, fueron quemadas vivas. La historia se repitió en 1911 en la misma ciudad, donde 193 trabajadoras fueron incineradas dentro de la fábrica. Y continúa con la hazaña más grande que la clase obrera y las mujeres presenciaron y organizaron: la Revolución Rusa, que comenzó justamente con una huelga de mujeres un mismísimo 8 de marzo. Una revolución que trajo conquistas enormes que derribaban progresivamente la opresión de género.

Te puede interesar: La huelga de mujeres que peleó por pan y rosas

En un día de lucha y con tantas reivindicaciones de por medio, esta universidad sigue reduciendo el rol de la mujer a las tareas domésticas. En una época donde las mujeres nos plantamos para terminar con la violencia machista y este rol al que nos han relegado bajo el dominio del patriarcado.

Nos plantamos porque nos cansamos de que nos maten. Nos cansamos de que nos violen, nos peguen y que nos maltraten. Nos cansamos de ser propiedad privada de los hombres. Nos cansamos de ser la que se queda en casa cuidando a los hijos y sirviendo al hombre, e incluso de ser la que se rompe el lomo trabajando y tiene que llegar a casa a seguir con el trabajo doméstico. Nos cansamos de ser "el cuello de la familia" (como dijo la reina de la vendimia de Capital). Nos cansamos de ser todo el tiempo subestimadas porque supuestamente la biología dice que somos débiles y de ser reducidas al rol reproductivo que nos impone la Iglesia. Nos cansamos del acoso callejero, nos cansamos de ser sólo cuerpos que sacien el "instinto sexual de los hombres". Y también nos cansamos de que todo esto nos pase sólo por el hecho de haber nacido mujeres.

Es indignante ver cómo estas iniciativas desvirtúan lo que realmente significa para nosotras el 8 de marzo: un día en el que reivindicamos la organización y la lucha por la conquista de nuestros derechos.

Criticar estas "propuestas" es parte de una serie de cuestionamientos profundos hacia este sistema machista y explotador, que nos llevan a la conclusión de que es totalmente necesario organizarse para terminar con el capitalismo y así poder liberar a las mujeres, a todos los sectores oprimidos, a la humanidad y a las futuras generaciones de todo tipo de opresión.


Comentarios

DEJAR COMENTARIO


Destacados del día

Últimas noticias