Jueves 8 de marzo de 2007

La salud de las mujeres de la salud

El día de una enfermera comienza en nuestros hogares siendo madres, esposas, haciendo las tareas domésticas, y continúa en el hospital, con una jornada extenuante.

El día de una enfermera comienza en nuestros hogares siendo madres, esposas, haciendo las tareas domésticas, y continúa en el hospital, con una jornada extenuante. Además de las tareas específicas como enfermeras, estamos caminando sobre la cornisa de la vida y la muerte del enfermo. Esto nos acarrea una gran carga emotiva, muy estresante, que en la mayoría de los casos trae consecuencias psicológicas.

A esto debemos sumarle que los salarios son muy bajos y nuestras jornadas laborales no sólo empiezan cuando entramos a una clínica privada, porque muchas de nosotras continuamos trabajando en un hospital estatal 8 horas más, además del trabajo doméstico. Todo esto ocasiona enfermedades laborales que no son reconocidas: dolor de espalda, hernia de columna, problemas en los tendones, contracturas, fuertes dolores de cintura.

Además, el hecho de que la mayoría seamos mujeres muestra claramente que el rol que la sociedad nos impone es el de "cuidar". Es visto como natural que debemos ser buenas madres, cuidar de nuestros familiares, nuestros ancianos, etc. -¿Por qué no seguir haciéndolo en una tarea remunerada como la enfermería? Por eso, muchas veces, se hace difícil luchar por nuestros derechos, porque si hacemos huelga, se nos acusa de hacer abandono de persona, de no tener sensibilidad y afectar aún más a los pacientes.
 ¡Pero el que hace abandono de persona es el Estado, que no destina los recursos necesarios para que los hospitales funcionen!




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