Domingo 8 de marzo de 2015

A 4 AÑOS DE SU ASESINATO

Justicia por la Pepa Gaitán

Este 7 de marzo se cumplen 4 años del asesinato de la joven cordobesa. El padrastro de su novia la fusiló a quemarropas por vivir su sexualidad en contra de la heteronorma. Por este hecho ese día se recuerda como el "Día de la visibilidad lésbica".

La Pepa Gaitán era activista LGTBI, tenía 27 años y ferviente hincha de Belgrano. La noticia de su asesinato estuvo en todas las páginas policiales del momento.

Los hechos

El sábado 6 de marzo de 2010, en el barrio Parque Liceo 2º de la Ciudad de Córdoba, la Pepa Gaitán y su amiga Gabriela discutieron con Silvia Suárez y Daniel Torres, madre y padrastro de Dayana, la novia de La Pepa. Fue entonces que Torres efectuó un disparo con una escopeta calibre 16, las perdigonadas de plomo dieron en el hombro derecho de Pepa, quien alcanzó a dar unos pasos hasta que cayó. La Pepa murió tras desangrarse en la vereda ante la negativa policial de trasladarla al hospital más cercano, la tardanza de horas de la ambulancia pública y el nefasto tratamiento que recibió una vez que llegó, agonizando, al centro de salud, era el escenario de una película de terror.

Por aquel entonces Graciela, la mamá de La Pepa, denunciaba que murió "como un perro" porque salía con una chica y además era pobre. También exigía que su fusilamiento sea considerado como lo que fue: un crimen por orientación sexual, que comenzó con un disparo en la espalda pero se continuó después, con el tratamiento que dieron a La Pepa las instituciones del Estado, como las fuerzas policiales y la justicia, que exigió que su cuerpo fuera sometido a una autopsia para determinar “la verdadera causa de la muerte” y detectar si se encontraba, bajo el efecto de “alguna droga, alcohol", o si alguna otra causa había provocado su muerte más allá del impacto de la escopeta con que Torres la fusiló.

El juicio

La víctima paso a ser victimaria. Un argumento que exponía Torres era que La Pepa salía con una menor de edad, frente a esto la abogada defensora, Natalia Milisenda dijo: “Yo les propongo que miremos hacia dentro. Que hagamos el ejercicio de pensar de cuántas maneras se naturaliza la lesbofobia, que obviamente no es un sentimiento exclusivo de quien disparó el arma contra Pepa Gaitán. Señores jueces, en esta sala se habló de “preocupación parental” por la relación que una joven de 17 tenía con la víctima, que era mayor de edad. Pero es necesario desnaturalizar esta preocupación, que aparece como de sentido común. ¿Hubiera sido lo mismo si en lugar de la Pepa hubiera habido un varón?".

La condena

Finalmente la justicia no consideró al caso como un crimen de odio, razón que generó el repudio de todo el activismo LGTBI, la abogada defensora expuso: “Con las últimas declaraciones y evidencias reunidas en esos días queda claro y sin ninguna duda que el crimen fue premeditado y de odio por lesbofobia. Ya los hechos hablan por sí mismos”. Fue así como un lunes 8 de Agosto de 2011 se dictó la condena a 14 años de prisión para Daniel Torres por homicidio simple agravado por uso de armas de fuego.

Violencia por la identidad u orientación sexual

Los casos de homolesbotransfobia son cubiertos por los medios y por la misma policía catalogándolos como simples hechos de violencia e incluso "crímenes pasionales", lo cierto es que los asesinatos son el último eslabón de una cadena de violencia cotidiana a la que están expuestas las personas que eligen vivir su identidad y sexualidad de forma disidente a la heteronorma impuesta. El maltrato, el acoso, la burla, la discriminación también son formas de violentar a las personas LGTBI.

Mientras en Argentina, si bien contamos con la Ley de matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad, la parte sanitaria de esta última todavía no está regimentada, y la inclusión laboral es prácticamente nula, de esta forma se sigue naturalizando que el promedio de vida de las personas transexuales sea de 35 años.

Ganemos las calles, digamos basta de homolesbotransfobia

Porque nuestros derechos no vendrán de la mano de quienes garantizan nuestra opresión. Para exigir justicia para Pepa Gaitán y para denunciar que en nuestro país miles de personas son discriminados y perseguidos por “subvertir el orden natural”, ganemos las calles este 9 de marzo. La lucha por la libertad sexual es la lucha de todos los sectores oprimidos.