Jueves 14 de noviembre de 2013

PARA IR AL ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

Carta de Adri, una joven trabajadora

En el preciso momento en que nacemos nos convertimos en un objeto, un recipiente que da vida, una excusa para el abuso y la discriminación.
Desde niñas nos enseñan a ser damas, a cerrar la boca y siempre pedir perdón.
¿Pero quien nos enseña a ir con la frente en alto, a decir no, a exigir y no callar?
¿Quién nos acompaña en nuestra lucha solitaria en nuestras casas, nuestras familias, nuestros trabajos, nuestras vidas?

En el preciso momento en que nacemos nos convertimos en un objeto, un recipiente que da vida, una excusa para el abuso y la discriminación.

Desde niñas nos enseñan a ser damas, a cerrar la boca y siempre pedir perdón.

¿Pero quien nos enseña a ir con la frente en alto, a decir no, a exigir y no callar?
¿Quién nos acompaña en nuestra lucha solitaria en nuestras casas, nuestras familias, nuestros trabajos, nuestras vidas?

Desde los comienzos de la historia, ha sido siempre duro para la mujer avanzar por si misma. Y con el paso de los años, curtidas, persistentes y valientes hemos logrado que nuestros gritos sean oídos.

No estamos solas, YA NO.

Tuve la suerte de que mis padres me hayan enseñado desde pequeña a ser libre, independiente, fuerte y capaz. Pero no todas tenemos la misma suerte, por eso, cuando conocí el movimiento Pan y Rosas descubrí un mundo nuevo.

Comprendí que mi esfuerzo y mis ganas de luchar valían la pena, que no era la única, así como vos no sos la única que busca el cambio.
Tener la oportunidad de conocer este movimiento que junto al PTS cada día lucha por la liberación de esta gran opresión que vivimos, no solo las mujeres, es una experiencia increíble.

Poder compartir las experiencias de vida, estar acompañada, tener compañeras y compañeros que te ayuden y te sostengan cuando el gobierno, la sociedad y los de arriba te han abandonado y pisoteado demuestra la gran fuerza que tiene el pueblo.
Hace diez años Pan y Rosas lucha en las calles, las fábricas, los lugares de trabajo y estudio y cada rincón de nuestro suelo por los derechos de la mujer, el fin del trabajo precarizado, detener de una vez por todas el abuso, la red de trata, el dereho del aborto legal, libre seguro y gratuito, así como tantas situaciones que la mujer resiste y enfrenta día a día.

Por eso este año, así como en los anteriores, Pan y Rosas viaja al XVIII “Encuentro Nacional de la Mujer” para fortalecer nuestra lucha.

Te invito a que nos acompañes y juntas luchemos y exijamos que dejen de morir mujeres a causa del aborto clandestino. La separación del estado y la iglesia, que ahora cuenta con un Papa que se disfraza de progresista pero fue cómplice de los militares en la dictadura y es fiel opositor de los derechos de la comunidad LGTB. Que la dekada ganada de cristina (la década de los empresarios y sus funcionarios) deje de hacer estragos en nuestros cuerpos y vidas. Y que esta vez el que gane sea el pueblo trabajador y las mujeres combativas.

Que la lucha continúe y ¡Que nadie decida por nosotras nunca mas!




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