Viernes 4 de septiembre de 2009

MENDOZA

Basta de violencia sobre las mujeres

Hace apenas unos meses el mundo se enteraba del ’monstruo’ o el ’chacal’ de la cuarta, todos se aterrorizaban ante semejante historia que se asemejaba más al guión de una película de terror que a la vida real, pero lamentablemente no es así, estos hechos aberrantes son cotidianos para muchas mujeres y niñas.

Hace apenas unos meses el mundo se enteraba del "monstruo" o el "chacal" de la cuarta, todos se aterrorizaban ante semejante historia que se asemejaba más al guión de una película de terror que a la vida real, pero lamentablemente no es así, estos hechos aberrantes son cotidianos para muchas mujeres y niñas. Hoy nos enteramos de otro caso similar, el de una joven de San Martín abusada por su padre desde los 8 años que tuvo tres hijos producto de estas vejaciones.

La mayoría de las víctimas no se atreve a realizar las denuncias y las que lo hacen se encuentran con muchísimas trabas burocráticas o maltratos por parte de la policía y del Estado. Con respecto a este último caso en un diario local un representante de la policía decía lo siguiente "El caso es extraño: no se entiende por qué la hija lo denuncia ahora si en teoría la violaba desde los 10 años y tuvo tres hijos". A confesión de partes relevo de pruebas. Esto es lo que sufren las mujeres en las comisarías cuando juntan el valor para denunciar a sus violadores.

En Mendoza hay un Estado que protege a los violadores y persigue a las mujeres que abortan en clandestinidad. El gobierno de Jaque es responsable por no garantizar que las mujeres que sufren estas vejaciones puedan denunciarlas sin sentirse amenazadas y por censurar la educación sexual en las escuelas, que entre otras cosas sirve para prevenir y detectar casos de abuso sexual en niños/as y adolescentes.

Exigimos la condena efectiva de este violador y de todos los abusadores y violadores. Queremos que inmediatamente se habiliten hogares transitorios para las víctimas de violencia, garantizados por el Estado y bajo el control de las propias víctimas, de organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial. Educación sexual en todos los niveles de enseñanza y la legalización del aborto. Y la inmediata separación de la Iglesia y el Estado para terminar con la dictadura clerical que existe en la provincia.

Desde la agrupación Pan y Rosas convocamos a las mujeres de esta provincia a organizarnos y a luchar para terminar con la violencia hacia las mujeres y para conquistar nuestros derechos.

— ¡Castigo al violador!
 Hogares transitorios para las victimas de violencia
 Educación Sexual en las escuelas. Aborto Legal, Seguro y Gratuito
 Separación de la Iglesia del Estado




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