Jueves 6 de octubre de 2011

¡Aprobación ya del proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto!

Más allá de las diferencias políticas que tenemos –y hemos debatido abiertamente- con la Campaña por el Derecho al Aborto, Pan y Rosas y el PTS –como el resto de la izquierda- apoya incondicionalmente la aprobación inmediata de su proyecto de ley, porque esto representaría un enorme paso adelante en el derecho a decidir de las mujeres y permitiría acabar con tantas muertes evitables de mujeres jóvenes, adolescentes y pobres.

Más allá de las diferencias políticas que tenemos –y hemos debatido abiertamente- con la Campaña por el Derecho al Aborto, Pan y Rosas y el PTS –como el resto de la izquierda- apoya incondicionalmente la aprobación inmediata de su proyecto de ley, porque esto representaría un enorme paso adelante en el derecho a decidir de las mujeres y permitiría acabar con tantas muertes evitables de mujeres jóvenes, adolescentes y pobres.

Sin embargo, debemos señalar que, lamentablemente, la Campaña por el Derecho al Aborto, que en sus inicios movilizó a centenares de mujeres, recogió miles de firmas en todo el país y concitó un apoyo inusitado de decenas de organizaciones y agrupaciones, hoy ha quedado reducida a un puñado de funcionarias, legisladoras y dirigentes de ong’s que limitan su estrategia al lobby parlamentario.
El problema que presenta esta estrategia es que se enfrenta con el poderoso aparato de la Iglesia que, con un objetivo opuesto, hace lo mismo, presionando a diputados y gobernadores para que no aprueben este proyecto. Pero la Iglesia, al lobby parlamentario le agregará –como ya hemos visto en numerosas ocasiones, durante el tratamiento del matrimonio igualitario y en todos los Encuentros de Mujeres- las movilizaciones multitudinarias con emblemas oscurantistas, consignas reaccionarias y ataques misóginos a nuestros derechos, logrando ejercer un gran impacto en los medios, con sus mensajes retrógrados.
Es hora de sincerar que estamos en un verdadero callejón sin salida si no planteamos claramente la necesidad de poner en pie un verdadero y masivo movimiento de lucha en las calles, bajo las banderas que siempre ha levantado el movimiento de mujeres: ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!